Las ventanas de eficiencia energética se han convertido en la alternativa ideal cuando se busca ahorrar en el consumo de luz y gas. Mucho más, desde que las facturas en los suministros energéticos se dispararon de precio. Y se hace cada vez más necesario apostar por opciones que nos permitan abaratar los costes mensuales. Y, al mismo tiempo, mejorar nuestra calidad de vida.
Actualmente, entre las diferentes opciones que existen, una de las que más éxito está teniendo es la de optar por un buen aislamiento en el hogar. Y, para conseguirlo, disponer de unas ventanas fabricadas con el material idóneo y con los perfiles en buen estado puede suponer un ahorro de hasta el 45% de la climatización (estimación basada en un estudio realizado por la Universidad Politécnica de Cataluña).
Porque, algo que no se puede negar es que a través de las ventanas se produce el mayor cambio de temperatura en la vivienda. Ya que tener unas ventanas que tengan filtraciones por la porosidad del material con el que están hechas, que no se ajusten al hueco adecuadamente, o donde los perfiles presenten algún daño, puede suponer una gran pérdida de calor en invierno. Y, como es lógico, también de la refrigeración en los días de calor.
Y eso, se traduce en un gasto perfectamente evitable.
Qué hace diferentes a las ventanas de eficiencia energética
Las ventanas de eficiencia energética son las que están fabricadas con materiales y técnicas que frenan la entrada de frío en invierno y de calor en verano. Este tipo de ventanas cuentan con herrajes que permiten cierres herméticos para evitar fugas de aire. Y con el tipo de perfilería adecuada para mantener la temperatura interior.
Además, este tipo de ventanas logran el máximo aislamiento térmico y acústico acompañando la perfilería de unos vidrios bajo emisivos. También llamados vidrios ATR (Aislante Térmico Reforzado) o vidrios «Low e», tienen la capacidad de reflejar la energía solar evitando que buena parte de ella entre en el edificio.
La eficiencia del vidrio está en su capacidad para soportar la diferencia de temperatura entre el exterior y el interior de la vivienda. Esa capacidad se determina con una «U». Y cuando tiene valores bajos, el aislamiento de la ventana es el adecuado (los más eficientes son los U1).
Entre los tipos de vidrios está el flotado o sencillo, el laminado, templado, borosilicato y el de doble acristalamiento. Teniendo en cuenta su eficiencia energética, el más eficaz es este último: el vidrio con cámara o de doble acristalamiento. Su cámara de aire tiene la función de evitar el intercambio de temperatura con el exterior y es un sistema que puede combinarse con vidrio térmico reforzado. Solamente lo supera el triple acristalamiento provisto de dos cámaras de aire.
Como ves, son el complemento perfecto para unas ventanas de alta eficiencia energética.
Cómo elegir ventanas de máxima eficiencia energética
Sin duda, los dos materiales más usados para fabricar ventanas de ahorro energético son el aluminio con puente térmico y el PVC (policloruro de vinilo).
Una de las principales diferencias entre ellos es la capacidad aislante de cada uno de los dos materiales.Mientras el PVC es un material aislante, el aluminio es un material conductor.
En el caso del aluminio, para contrarrestar esta conductividad es necesario insertar en las ventanas un perfil de material aislante, que se conoce como rotura de puente térmico, intercalado entre la capa exterior e interior de aluminio con el objetivo de “romper” la conductividad del metal.
Desde nuestra experiencia como fabricantes de carpintería metálica, el PVC es posiblemente el material más recomendable para lograr el mejor aislamiento térmico y acústico de la vivienda. Las ventanas de PVC están compuestas de varias cámaras de aire que mejoran su aislamiento. Antes de despedirnos, te animamos a confiar en unas ventanas de eficacia energética. Como indicamos al principio de este artículo, no solo ahorrarás en tus facturas sino que, al mismo tiempo, saldrás ganando en bienestar en tu casa y en tu trabajo.
No dudes en consultarnos las opciones disponibles. ¡Te alegrarás!